El enfoque de este partido es gobernar correctamente lo que tenemos basado en principios
correctos de filosofía económica y de gobierno, y no enfocarnos en la pregunta del estatus. La
razón para esto es que hay países independientes que son pobres y países independientes que son
ricos, también hay estados pobres y estados ricos. Por lo tanto, el cambiar el estatus no nos hará
un pueblo prospero si no cambiamos a la misma vez nuestra filosofía económica y de gobierno.
Sin embargo, dado a que muchas personas piensan que nuestra esperanza se encuentra en un
cambio de estatus es sabio comentar sobre este asunto para demostrar que las alternativas de
estatus tienen graves obstáculos. Hay varias razones por la cual no podemos ser ni estado ni
independiente y quiero discutir estas razones. Pienso que el problema con el estatus actual no es
el estatus de por sí, sino la filosofía del partido que promueve este punto de vista. El problema
no es el ELA, es el socialismo. Pienso que si aprendemos a gobernar la colonia podemos
negociar progresivamente más derechos y mas privilegios y podemos mejorar lo que ya tenemos.
Sin embargo, ¿como podemos justificar más derechos y más privilegios si no sabemos
administrar lo que tenemos?
El punto de partida para el estatus tiene que ser un análisis lógico y desapasionado de nuestra
realidad actual. Quisas quisiéramos que la realidad fuera otra, sin embargo, basada en la realidad
tal y como és, es que tenemos que buscar la mejor alternativa. La vida es como un examen
donde uno escoge la mejor contestación no uno donde uno llena el blanco. Muchas veces aunque
existen opciones y alternativas, no existen opciones y alternativas ilimitadas, y cada opción tiene
sus beneficios y sus costos. Una opción que por muchos años se ha considerado seriamente es la
estadidad. La existencia del Partido Nuevo Progresista se basa en la premisa que la estadidad es
la solución a la mayoría de los problemas que enfrenta Puerto Rico. Sin embargo, creo que hay
dos obstáculos insuperables que enfrenta la estadidad. Me gustaría que los candidatos del PNP
nos explicaran como van a superar estos dos obstáculos.
La deuda de Puerto Rico es tan alta que viene a ser un obstáculo insuperable para la estadidad.
El problema es que en cuanto al sistema contributivo, Puerto Rico funciona mas como un país
independiente que como un estado. La cantidad de deuda que hemos tomado es consistente con
nuestro estatus como una jurisdicción contributiva políticamente independiente pero es
muchísimo mas alta que la de un estado. Para el año 2018 nuestra deuda asciendía a los $74
billones el cual equivale al %73 del producto interno bruto anual (PIB o GDP en ingles) el cual
fue $101 Billones para el año 2018.
Esto equivale a mas de $23,000 por persona. Eso es mas de tres veces el porciento de la deuda
estatal mas alta y cuatro veces el promedio. El estado mas endeudado de los Estados Unidos es
Nueva York con una deuda que equivale al %23 de su PIB pero el estado promedio tiene una
deuda que equivale al %16 de su PIB. Esto incluye las deudas estatales y municipales.
Sin embargo, para el año 2018, la deuda Estadounidense total asciendía a $19.8 trillones de
dolare s el cual es el %93 de su PIB de $21.3 trillones y equivale a $60,500 por persona. Esto
incluye la deuda federal, las estatales y las municipales. La parte de la deuda que le corresponde
al gobierno federal es el 79% del PIB. Esto es la deuda publica negociable, que existe en forma
de bonos e instrumentos parecidos. Esto no incluye planes de retiro, seguro social, medicare, etc.
Sin embargo, nuestra deuda de verdad no es tan alta comparada con otros países independientes.
La de Alemania es un 81% de su producto bruto y la de Grecia es un 158% la segunda mas alta
del mundo mientras que la deuda Japonesa asciende al %170. Sin embargo, si nosotros nos
hacemos estado asumiríamos nuestra porción de la deuda Estadounidense federal que es el %79
de el PIB Estadounidense pero nos quedamos con la nuestra que es el 73% de nuestro PIB lo que
suma a un %152 de nuestro PIB y nos pone al nivel de Grecia, lo cual es verdaderamente
desastroso. El Japón y los Estados Unidos tienen la opción de una quiebra no anunciada que se
logra a través del mecanismo de imprimir dinero. Esto lo pueden hacer porque producen su
propia moneda. Este dinero que se crea de la nada, simplemente imprimiendolo, lo usan para
pagar la deuda. Cuando esto ocurre este dinero nuevo produce inflación que disminuye el valor
de la deuda que es lo mismo que ocurre en una quiebra. Sin embargo, Puerto Rico, si se hace
estado, no tendría esa opción. Grecia tampoco tiene esta opción porque usa la moneda Europea y
por eso su economía ha colapsado.
Si nos hiciéramos estado nosotros tendríamos que asumir la deuda federal a través de la
imposición de los impuestos federales al nivel personal y corporativo. El impuesto corporativo
federal es uno de los mas alto del mundo y por eso muchas corporaciones se están yendo de los
Estados Unidos. Nosotros ya respondemos por la deuda Boricua a través de todos los impuestos
locales. Esto incluye las contribuciones sobre ingresos personales y corporativos, el IVU, el
CRIM, la crudita, etc. La tasa contributiva federal mas alta sobre ingreso personales ascienden a
un 39.6% mientras que el local es un 35% para una suma brutal de 74.6%. Vamos a suponer que
un médico gana $150,000 y su esposa es ingeniero y gana $70,000 para ganar $200,000 juntos
después de deducciones. Actualmente esta familia pagaría $56,000 en contribuciones por
ingresos a hacienda y $11,000 en seguro social para sobrarle $133,000. Estas contribuciones
equivalen al 28% de su ingreso. Si fuéramos estado pagarían otro $43,000 en contribuciones
federales, el 22%, para sobrarles solo $90,000. En muchos estados se paga el 4-6% del ingreso
en impuestos para sumar al 22% federal para la familia en nuestro ejemplo lo cual suma a un
total de 28%.
Si esta familia se mudara a los Estado Unidos ganarían $56,000 mas aún con el mismo sueldo
base. ¿Cuantos médicos especialistas ustedes creen que quedarían en la isla después que Puerto
Rico se hiciera estado? ¿Cuantas farmacias y cuantos restaurantes? Casi ningunos. No podemos
bajar los impuestos locales porque estos responden por nuestra deuda. Al irse casi toda la gente
productiva del país el estado quebraría y como no habría forma de pagar la deuda los Estados
Unidos se verían obligados a rescatar a la isla. Estoy seguro que los congresistas inteligentísimos
de los Estados Unidos saben esto y para evitar esta segura eventualidad jamas nos darán la
estadidad. Con una economía boyante podemos hacer los pagos anuales de nuestra deuda
cómodamente. Sin embargo, estoy seguro que ningunos de los partidos existentes tienen el
interés de hacer los recortes necesarios para pagar la deuda en su totalidad. La deuda no va a
desaparecer. Ya hemos visto que el congreso no está dispuesto ni tan si quiera a garantizarnos un
pequeño préstamo a corto plazo. Recuerden que es el congreso, no el presidente, el que otorga
estadidad. Estadistas, por favor expliquennos como vamos a resolver este problema insuperable.
La estadidad es una cortina de humo que usa el partido estadista para esconder su verdadero
motivo, el de lucrarse del dinero que manda los Estados Unidos.
Los estadistas promueven la estadidad como una forma de independencia. Como vendríamos a
ser absorbidos por un país libre, independiente y soberano nosotros también venimos a ser libre,
independiente y soberano. Hermanos Puertorriqueños, aguanten los caballos. Los Estados
Unidos es una unión de estados que eran independientes pero entregaron mucha de su
independencia porque juntos podían alcanzar metas comunes en una forma mas eficiente que
siendo estados separados. La clave es esto de las metas comunes. Si usted viaja de Georgia a
Carolina del Sur y después a Carolina del Norte, le aseguro que apenas va a notar una diferencia.
Si usted va en avión para Indiana y por error termina en Iowa le aseguro que no va a darse cuenta
a menos que pregunte. Sin embargo si usted va de Nueva York a Indianapolis y termina en ves
en San Juna usted se da cuenta antes de aterrizar. Yo he ido en tren de Colorado a Chicago y de
Washington DC a Carolina del Sur y en guagua de Carolina del Sur a Colorado. El escenario va
cambiando muy poco a través de grandes distancias. Sin embargo cuando usted se monta en un
tren en Miami para venir a Puerto Rico usted nota que . . . ah, ahí esta la diferencia. Vivimos en
una isla y ese tren no existe.
Cuando usted compra por internet puede notar que para 48 estados existe la opción de “UPS
ground transportation”. Esa opción no existe para Puerto Rico. Todo viene por aire o por barco.
Esto es un gran problema para nosotros pero ¿piensa usted que a los otros 317,000,000 de
ciudadanos Estadounidenses le importa un pito que la mercancía no pueda venir a Puerto Rico
por camión o tren? Bueno, al millón y medio de Hawaiianos le importa porque están en el
mismo barco pero ¿creen que a los otros 315,000,000 de ciudadanos Estadounidense le importa
lo que pasa en Hawaii, el estado con el costo de vida y costo de electricidad mas alto en la nación
estadounidense? Nosotros somos bien diferentes a los otros estados porque somos una isla lejos
de los otros estados. En muchos asuntos los únicos aliados que tendríamos en el congreso sería
Hawaii con quien estaríamos compitiendo para turismo. En el congreso seríamos un pez volador
que piensa que porque puede volar sobre las olas por unos pocos segundo que eso es lo mismo
que poder anidar en las ramas de los arboles en un bosque. El pez volador tiene muchísimo mas
en común con peces regulares que con los pájaros.
Esta gran diferencia lo vemos en la ley de cabotaje. Nosotros y Hawaii tenemos que transportar
la gran mayoría de los productos que entran y salen de los dos grupos de islas por barco y ahí es
donde vemos que ambos somos colonias. Somos peces voladores dentro de una manada de
aguilas. Cuando nosotros importamos algún producto de la China o del Japón, como por ejemplo
un televisor Sony, esta mercancía se pone en un barco y pasa por el canal de Panamá. Lo lógico
sería que ese barco parara en Puerto Rico, descargara la mercancía que viene para aca y siguiera
de rolo para los Estados Unidos. Sin embargo, el momento que esta mercancía entra a las aguas
territoriales de Puerto Rico se considera que toda esa mercancía está siendo transportada de
Puerto Rico a los Estados Unidos y eso solo se puede hacer usando los barcos mas caros e
ineficientes del mundo, los de la marina mercante estadounidense.
Esta gran diferencia lo vemos en la ley de cabotaje. Nosotros y Hawaii tenemos que transportar
la gran mayoría de los productos que entran y salen de los dos grupos de islas por barco y ahí es
donde vemos que ambos somos colonias. Somos peces voladores dentro de una manada de
aguilas. Cuando nosotros importamos algún producto de la China o del Japón, como por ejemplo
un televisor Sony, esta mercancía se pone en un barco y pasa por el canal de Panamá. Lo lógico
sería que ese barco parara en Puerto Rico, descargara la mercancía que viene para aca y siguiera
de rolo para los Estados Unidos. Sin embargo, el momento que esta mercancía entra a las aguas
territoriales de Puerto Rico se considera que toda esa mercancía está siendo transportada de
Puerto Rico a los Estados Unidos y eso solo se puede hacer usando los barcos mas caros e
ineficientes del mundo, los de la marina mercante estadounidense.
Existe una alternativa que podemos usar en el presente para usar la ley de cabotaje para nuestro
beneficio. El propósito de la ley de cabotaje es estimular la transportación con base
estadounidense dandole a esas compañías una exclusividad en el transporte de productos entre
las distintas partes de los Estados Unidos. Entre los estados continentales este tipo de transporte
compite con los camiones y los trenes, lo cual mantiene los precios bajos. Sin embargo, en
nuestra situación esa misma ley causa una disminución tan grande de competencia que crea el
potencial para la creación de un monopolio. Esto invita a que el gobierno intervenga para
supervisar tal monopolio.
Aún con el problema de la ley de cabotaje, el Estado Libre Asociado tiene una ventaja política
que podríamos usar para hacernos uno de los centros financieros del mundo. Puerto Rico es el
único lugar en el mundo donde ciudadanos Estadounidenses no tienen que pagar impuestos
federales. Cuando un Estadounidense se muda a otro país, como quiera tiene que rendir planillas
federales. Nuestra excepción a esta ley es el resultado de dos cosas, nuestro estatus como
territorio no incorporado y nuestra ciudadanía Estadounidense. Hay un principio que está
implícito en la declaración de independencia y es que no se puede poner un impuesto sobre una
población que no tenga representación política “no taxation without representation.” Eso se
encuentra en la declaración de independencia como una queja contra el rey ingles quien había
impuesto contribuciones sin el consentimiento de la población “For imposing Taxes on us
without our Consent.” El problema es que como los impuesto locales casi son tan alto como los federales hay poco incentivo para que personas se muden de los Estados Unidos a Puerto Rico,
aunque quisas hace una diferencia en la cantidad de Puertorriqueños que se van de la isla.
Sin embargo, en el 17 de enero del 2012 se pasaron dos leyes que toman ventaja de nuestra
exención contributiva. Básicamente, estas leyes permiten que si un Estadounidense se muda a
Puerto Rico y vive aquí la mitad del año e invierte en Puerto Rico no tiene que pagar impuestos
federales y casi no tiene que pagar impuestos en Puerto Rico. Lo mismo aplica a negocios que
exportan servicios. Yo conozco personalmente a americanos con dinero que están considerando
mudarse para Puerto Rico como consecuencia de estas leyes así que la ley definitivamente es un
atractivo. Sin embargo, es interesante que el 13 de diciembre del 2012 Moody’s comenzó a
degradar los bonos de Puerto Rico a chatarra. Hasta entonces Puerto Rico había podido pagar
sus obligaciones. El problema con la degradación es que al subirnos los intereses empeora una
situación que quisas estaba marginal pero manejable. Que coincidencia que la ley 20 y 22 se
pasaron el mismo año que degradaron los bonos. Quisas el gobierno sabía lo que venía y pasaron
la ley como una medida de desesperación o quisas esa ley revolcó un avispero o quisas nada tiene
que ver la una con la otra. Pero es interesante que las dos cosas, que nunca habían pasado antes
ocurrieron el mismo año.
Debemos expandir estas leyes y poco a poco aplicarnosla a todos los Puertorriqueños bajando las
contribuciones y así mantener a toda la gente talentosa que producimos en Puerto Rico y que
muchas veces se va para afuera. Para hacer esto tenemos que poner a todos a trabajar y para esto
hay que reformar el sistema de ayudas. Si nos hacemos estado perdemos esta gran oportunidad.
Hay dos alternativas a la estadidad y al estatus actual. Una es la independencia completa. Sin
embargo, tenemos algo que hemos recibido y al cual debemos sacarle el máximo provecho;
tenemos la ciudadanía Estadounidense. Esta ciudadanía nos da dos beneficios. El primero es
acceso al mundo, especialmente a los Estados Unidos, el país con la economía mas grande del
mundo. Segundo, nos da el poder de negociar un mejor estatus con los Estados Unidos, uno que
verdaderamente sea lo mejor de dos mundos. A diferencia con la nacionalidad estadounidense
que tenían los filipinos y que fácilmente se la quitaron, nosotros tenemos ciudadanía completa,
hecha y derecha. Los filipinos eran “US Nationals,” osea eran residentes permanentes del
territorio estadounidense, eran como alguien con un “green card,” nunca fueron ciudadanos.
Nadie puede quitarnos la ciudadanía estadounidense. Si Puerto Rico se independizara sería un
país independiente llenos de ciudadanos estadounidenses. Esto nunca se ha dado en la historia de
ese país porque un estado o territorio estadounidense nunca se ha separado exitosamente de los
Estado Unidos. Creo que podríamos usar nuestra ciudadanía para negociar un mejor tratado de
libre asociación y crear un verdadero estado libre asociado que fuera libre de verdad y
voluntariamente asociado. Uno donde no estaríamos sujeto a la ley de cabotaje ni a las
contribuciones federales pero donde podríamos participar en el seguro social y las fuerzas
armadas estadounidense. Donde tendríamos nuestra propia constitución y leyes pero donde los
federales se asegurarían que las leyes locales se cumplan. Esto es algo parecido a la relación que
tiene el gobierno federal con las naciones indígenas que se encuentran dentro del territorio de los
Estados Unidos, y esto es algo que sí se contempla en la constitución estadounidense.